La primera gran y espasmódica reacción contra el acuerdo alcanzado por la CGT con el gobierno de Mauricio Macri por la reforma laboral provino de Madres de Plaza de Mayo.

Hebe de Bonafini, su titular, detrozó a los triunviros que integran la cúpula de la central obrera: “Alguien tiene que pagar por este crimen”.

“Estos tipos se acuestan con unos, duermen con otros, acarician a otro, agarran la plata de otro: son una reverenda basura. Se reunieron y negociaron la vida de nueve millones de personas. Antes no se veía lo que se ve ahora en una villa: hay gente que no tiene ni puertas ni ventanas en sus casas”, aseveró con dureza.

“Tenemos que estar alertas. No podemos estar tan quietos. Parecemos lagartos adormecidos al sol. Nos tiene que calentar esto, nos tiene que dar bronca. No puedo creer”, remató.

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