Con la idea de echar mano a la misma estrategia que utilizaron a comienzos del 2017, el gobierno de Mauricio Macri ya empezó a diagramar las paritarias de cara al 2018.

Según adelantaron algunos funcionarios en las últimas horas, la idea de las autoridades es que los aumentos salariales no superen el 10% y que, en algunos casos, las “industrias débiles” acepten un acuerdo del estilo del de Tierra del Fuego: congelamiento salarial a cambio de evitar despidos.

“Nosotros queremos que las paritarias tomen la meta inflacionaria y agreguen las ganancias de productividad que tuvieron. Que las empresas paguen los salarios que pueden pagar sin afectar su competitividad, señaló el Secretario de Hacienda, Sebastián Galiani.

Vale la pena recordar también el rol que jugarán las “cláusulas gatillo”: en lo que respecta a este año, varios acuerdos paritarios deberán verse modificados debido a que la inflación superó lo pactado, tal es el caso de la “Asociación Bancaria”, uno de los gremios que más combaten las políticas económicas y laborales del macrismo.

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