La sentencia en la “Megacausa ESMA”, que se convirtió el juicio más grande de la historia argentina, fue histórica: 29 genocidas recibieron cadena perpetua tras ser juzgados por los delitos de lesa humanidad cometidos contra 789 personas.

Pese a la importancia y la resonancia que tuvo la misma en la Argentina y también a nivel internacional, el gobierno de Mauricio Macri hizo prácticamente caso omiso de la noticia: a excepción de Claudio Avruj, ningún otro funcionario de peso hizo referencia al juzgamiento de crímenes tan atroces como los “vuelos de la muerte”, la apropiación de niños, violaciones, torturas y asesinatos.

“Quiero destacar el fallo de la causa ESMA III, que constituye el cierre del proceso penal más largo de la historia de nuestro país”, aseveró el titular de la Secretaría de Derechos Humanos a través de las redes sociales.

“Seguimos trabajando en nuestro rol de querellantes, porque ‘Memoria, Verdad y Justicia’ es una política de Estado”, remató.

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