A principio de año, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le había preguntado a la ciudadanía a través de las redes sociales, mails y encuestas telefónicas qué modificación le gustaría en el horario del subterráneo.

Por una diferencia considerable, los porteños votaron la ampliación del mismo; sin embargo, las autoridades terminaron reconociendo que era, al menos por el momento, “inviable”.

Desde este lunes, la administración de Horacio Rodríguez Larreta materializó su propia iniciativa: la modificación de los horarios. Las seis líneas de subte circularán de lunes a viernes de 5.30 a 23.30 y los sábados de 6 a 24. En tanto, domingos y feriados mantendrán su cronograma habitual de 8 a 22.

“El nuevo horario entrará en vigencia y beneficiará a 140.000 personas”, destacaron con anterioridad desde el gobierno porteño pese a las quejas de los “metrodelegados” que, advirtieron, necesitaban “más tiempo de aviso” para responder de forma adecuada.

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