El fútbol es una fiesta pero también puede ser una tragedia: de hecho, la línea divisoria entre ambas cada vez se vuelve más fina e irrisoria.

Lo que nadie esperaba finalmente sucedió en Río de Janeiro: los hinchas de Flamengo fueron a buscar a los del “Rojo” al hotel donde estaba concentrado el equipo de Ariel Holan y hubo golpes, bombas de estruendo, peleas y detenidos.

Para colmo, el clima enrarecido que se vivió allí se esparció por toda la ciudad como reguero de pólvora: durante la noche hubo corridas por doquier en la previa de la final de la Copa Sudamericana.

La CONMEBOL rápidamente condenó lo ocurrido:

Comentarios

comentarios