Las condiciones son muy distintas a lo que se vivió en diciembre del 2001 y la historia no tiene la obstinación de repetirse análogamente pero el gobierno de Mauricio Macri, tras una semana álgida, prefiere tomar precauciones.

Cristian Ritondo, titular del Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, dispuso en las últimas horas un refuerzo de 1.700 efectivos policiales a las tareas habituales que desarrolla la fuerza.

Según explicaron funcionarios cercanos a María Eugenia Vidal, el objetivo del dispositivo extraordinario de seguridad  es “garantizar el orden, asegurar el óptimo desarrollo de las fiestas de fin de año y dar respuesta inmediata a cualquier situación conflictiva”.

Además de los enfrentamientos con manifestantes en el Congreso de la Nación, el intento de saqueo de un camión en Zona Oeste puso en alerta a los funcionarios provinciales: por eso, estos policías saldrán a la calle para realizar “tareas de vigilancia en los principales centros comerciales” con “operativos de saturación, control en la vía pública y planeamientos antidisturbios”.

Las operaciones preventivas tendrán lugar fundamentalmente en el Conurbano, la Costa Atlántica y en centros urbanos del interior provincial; así como también en el sur y en el oeste del Gran Buenos Aires y en la Ciudad de La Plata.

Comentarios

comentarios