A tono con la fallida relocalización de refugiados que provoca resquemores entre los distintos países de la Unión Europea (UE), el gobierno de Mauricio Macri también falló en hacer lo propio por estas pampas.

El “Programa Siria”, lanzado en 2014 y que preveía la entrada al país de 3000 refugiados, no viene cumpliendo con los objetivos y las metas propuestos: desde que se inició y hasta diciembre del 2017, llegaron a la Argentina unas 340 personas, apenas el 10% de la cuota que se había fijado.

Los principales lugares de residencia de quienes arribaron son: la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Salta, Mendoza, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán y San Luis.

Sin embargo, para matizar esta información desde la Dirección de Migraciones subrayaron que durante 2017 ingresaron al país 165 solicitantes: es la mayor cifra desde que se inició el programa.

Según InfoBAE, el “fracaso” del plan tiene distintas aristas como “la falta de un presupuesto global para sustentar toda la estrategia del traslado e instalación de los refugiados; los problemas que hay en la frontera del Líbano para hacer un estudio de inteligencia para evitar que vengan eventuales infiltrados del terrorismo; la escasa estructura que mostraron algunas provincias para recibir a los sirios que escapan de la guerra; o la falta de interés de los mismos sirios en venir a la Argentina”.

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