Durante esta última semana del 2017 también hubo problemas para moverse en la Ciudad de Buenos Aires: el servicio de la línea B del subte no funcionó durante 24 horas a raíz de un paro de actividades del sindicato Asociación Gremial de los Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP).

Los “metrodelegados” explicaron que la medida de fuerza se decidió a raíz del “intento de despido” de “un trabajador que tiene un hijo discapacitado” por parte de la empresa Metrovías.

Claudio Dellecarbonara, representante gremial, lo confirmó luego: “La empresa está llevando adelante una campaña de amedrentamiento, persecución antisindical, presiones a trabajadores para que renuncien, y decenas y decenas de sanciones arbitrarias”.

“Está claro que la empresa quiere buscar un conflicto, y por eso la hacemos responsable, al igual que al Gobierno de la Ciudad, por los inconvenientes que se generen a los pasajeros. De nuestra parte no podemos permitir un nuevo ataque ni que Metrovías le saque el pan a un trabajador que tiene que mantener a su hijo discapacitado”, remató.

Desde Metrovías, sin embargo, explicaron los motivos de su decisión: “El empleado suspendido acumula más de 20 sanciones por ausencias injustificadas”.

Lo cierto es que recién desde las 5:30 de este viernes volvieron a circular los vagones en la línea que une el bajo porteño con Villa Urquiza. La decisión de reanudar las tareas podría revertirse luego de la reunión que mantendrán delegados con funcionarios de la concesionaria en horas del mediodía.

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