Una extraña tormenta invernal – llamada por los medios y expertos como “ciclón-bomba” – afecta desde Maine a la Florida (2.400 kilómetros), todos los estados de la costa este norteamericana que ya están bajo distintas alertas meteorológicas.

La situación irá empeorando con el correr de los días y tocará techo el fin de semana: ya hay refugios de emergencia en todos los estados y las clases ya se interrumpieron en toda la franja desde el norte hasta la Ciudad de Nueva York inclusive.

Hasta el momento se contabilizaron 17 muertes en relación con el frío y las extremas condiciones climáticas y no esperan que el escenario mejore. En ciudades como Nueva York, Boston, Atlantic City, Long Island y Filadelfia, por ejemplo, habrá nevadas, vientos e inundaciones, advirtió el Servicio Metereológico Nacional de los Estados Unidos.

“Hay que tomar esta tormenta muy en serio. Nos está llegando una fuerte tormenta, con condiciones muy peligrosas”, advirtió Bill de Blasio, alcalde de Nueva York.

Por su parte, Washington y Baltimore, que se hallan más hacia el oeste, recibirán un impacto ligeramente menor que las ciudades costeras. Aún así, mantienen el estado de alerta.

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