Desde fines del 2017 se corren rumores de que el Ministerio de Ambiente conducido por Sergio Bergman busca “eliminar el carácter prohibitivo” de la “Ley de Glaciares”: funcionarios y empresarios mineros lo confirmaron y, además, subrayaron que el proyecto cuenta con el aval de Mauricio Macri.

Desde Greenpeace salieron a fustigar el nuevo intento de las autoridades: “En la región andina central, La Rioja, San Juan, Mendoza y el norte de Neuquén, los ríos sólo se abastecen de precipitaciones níveas y, cuando estas son escasas, el flujo hídrico lo regulan los glaciares y ambientes periglaciares”, afirmó Gonzalo Strano, coordinar de la campaña de glaciares de la organización, a Diario Pulse.

Andrés Nápoli, director de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), añadió: “Los glaciares de escombro, que tienen agua sólida en los poros de rocas, de San Juan tienen casi tres veces más agua que los embalses de Cuesta del Viento, Ullum y Caracoles juntos”.

Por su parte, Enrique Viale, presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdeAA), señaló: “Resultan inaceptables las maniobras del gobierno para distorsionar la Ley de Glaciares a medida de las grandes transnacionales mineras. Ni siquiera se comprende qué hace el Ministerio de Energía y Minería interviniendo en la reglamentación de una norma de Protección Ambiental”.

“No permitiremos que bastardeen la ley que protege algo tan elemental como son los lugares donde nace el agua de nuestro país”, remató.

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