Mauricio Macri salió el domingo por la tarde de Buenos Aires en un vuelo comercial de Lufthansa con destino a Frankfurt: allí abordó un avión privado que lo depositó en Moscú durante la mañana argentina.

“Recién aterrizados; hace un frío bárbaro. Pero espero que sea una cálida visita, donde podamos abrir campos de cooperación con los rusos”, aseveró ante las cámaras tras tocar tierra.

Una de las primeras actividades oficiales que tendrá el mandatario argentino en suelo moscovita será en el desayuno del martes por la mañana, donde se entrevistará con 18 empresarios rusos, de las firmas de energía y minería Rosatom, Gazprom, Russian Copper Company y Lukoil, de ciencia y tecnología Incotex Electrónicos Group, Softline, Yandez y Mail.Ru Group, de laboratorios medicinales Biocad, de finanzas Vnescheconombank, VTB Bank Group y Gazprombank, de transporte ferroviario Sinara Group, Transmasholding y RZHD Russian Rainways y de agroindustria PhosAgro y Uralkali, además de la agencia Centro de Exportaciones de Rusia.

La reunión con Vladimir Putin se desarrollará más tarde en el Kremlin y será uno de los ejes de la gira europea: el presidente luego irá al Foro de Davos y cerrará su visita en París.

La delegación que acompaña a Macri incluye al canciller Jorge Faurie; Juan José Aranguren (de Energía) y Luis María Etchevehere (Agroindustria), el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, y el vocero presidencial, Iván Pavlovksy. Los gobernadores Hugo Passacqua (Misiones) y Gustavo Bordet (Entre Ríos) también estarán con el presidente.

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