El Australian Open tuvo como protagonista a Roger Federer: de punta a punta, el suizo jugo magistralmente durante las dos semanas y logró quedarse con el primer gran torneo del año.

En la final derrotó al duro Marin Cilic: cuando parecía que el mejor jugador de todos los tiempos tenía todo controlado, el croata se encargó de dar pelea y ponerle emoción hasta el final.

Federer terminó imponiéndose por 6/2, 6/7, 6/3, 3/6 y 6/1 en poco más de tres horas de partido: consiguió nada más y nada menos que su 20° título de Grand Slam.

“Estoy muy feliz, esto es increíble. Ha sido un día largo, he pensado en este partido todo el día porque ganar este torneo es un sueño hecho realidad”, señaló tras recibir el trofeo.

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