Luego de que una CGT disminuida decretara que se plegará a la marcha del 22 de febrero contra la reforma previsional y laboral convocada por Hugo Moyano en nombre de “Camioneros”, el único integrante del triunvirato que pegó el faltazo a la reunión de la central obrera rompió el silencio.

Héctor Daer criticó con dureza la decisión que allí tomaron: “No se puede aceptar que alguien tenga el capricho de adueñarse de la voluntad colectiva de la CGT”.

Con indirectas y lanzando dardos contra la familia Moyano, agregó: “La posición de la CGT es clara. No se la puede poner al servicio de ningún gremio ni dirigente”.

“Nosotros vamos a seguir trabajando para resolver los temas pendientes que se vinculan con las paritarias, con los derechos de los trabajadores. Lo del 22 será la marcha de los camioneros, pero el mundo igual va a seguir girando”, agregó con dureza.

Por último, y en referencia a un posible quiebre, concluyó: “Si la unidad no va más, habrá que convocar a un congreso cegetista y definir un nuevo consejo directivo”.

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