? Foto: Maxi Failla

Después de muchos tironeos, idas y vueltas y medidas judiciales, finalmente el gobierno se anotará un “poroto” con el desembarco de “FlyBondi”, la primera low-cost del país, en el Aeropuerto de El Palomar: este viernes aterrizará un avión proveniente de Córdoba, en lo que será el vuelo inaugural de la empresa.

Además de que en un primer momento la Fuerza Aérea Argentina se opuso terminantemente a que empresas privadas operen dentro del predio de una unidad militar integrante del “Sistema de Defensa Nacional”; los vecinos del barrio protagonizaron la escalada de protestas y rechazos.

Aunque algunos ven con esperanza que “levante” la actividad económica en la zona, la mayoría tiene preocupaciones sólidas: por un lado, advierten que, de movida, será perjudicial para el valor de las propiedades y, por el otro, que representa un riesgo para la salud de todos los que viven cerca por la polución, añadiéndole una cuota de caos de tránsito a las calles aledañas.

Andrea Macchi, una de las vecinas, afirmó en diálogo con Clarín: “En sólo una de las escuelas, que está a unos 500 metros de la pista, hay 1.000 alumnos. Estamos muy preocupados por el ruido y por el riesgo de una tragedia como ocurrió con LAPA”.

“Este aeropuerto está a cinco cuadras de mi casa. Cuando prenden el avión Hércules para hacer pruebas el ruido es muy fuerte”, ratificó Julián Tulino al mismo diario.

Vale la pena recordar también el rechazo de los organismos de derechos humanos por el cambio de fachada de la Base Militar que allí funciona y que fue objeto de obras y remodelaciones.

“Se destruye un espacio de memoria. En esta base se torturó gente, los vuelos de la muerte salían de acá. Los vecinos no quieren que se borre la historia”, afirmó Nora Cortiñas hace algunos días atrás luego de una protesta que se realizó en el lugar.

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