Los datos son contundentes: el Reino Unido está siendo azotado por una espectacular y escalofriante ola de asesinatos callejeros que desconcierta a las autoridades.

Tomando como referencia el año pasado, la cifra de muertos – en su mayoría por apuñalamiento – llegó a 97 personas y todo indica que puede subir. Cada tres días se produce un apuñalamiento con consecuencias mortales en la capital.

Pese a las campañas de concientización y prevención, hubo 47 víctimas fatales desde que comenzó 2018: en marzo, y por primera vez desde que se hacen las mediciones, Londres superó a Nueva York en número de asesinatos.

La última víctima fatal fue una adolescente de 17 años, hallada por la policía cerca de las 21.30 después de haber sido baleada en Tottenham: estaba chateando con amigos en la calle cuando, desde un auto, abrieron fuego contra ella.

El asunto ha tomado tal gravedad que los principales organismos estatales han lanzado campañas en las redes sociales y la televisión para reducir y prevenir los apuñalamientos entre los jóvenes: la más popular se encuentra con el hashtag #KnifeFree y apunta a contar historias de jóvenes que, tras sufrir percances e incidentes con temas relacionados, decidieron cambiar el rumbo de sus vidas.

Comentarios

comentarios