Luego de una previa del partido “caliente”, que incluyó incidentes entre los hinchas del Liverpool y el micro del Manchester City que transportaba a los jugadores, la pelota empezó a rodar y el equipo de Klopp le supo sacar provecho.
A los veinte minutos, los “rojos” ya le habían sacado dos goles de ventaja a los “azules”: primero fue Mohamed Salah quien, tras aprovechar un rebote del arquero y un pésimo intento de despeje de Walker, puso el 1 a 0.
Goal number 38. ? pic.twitter.com/geidxlGgxK
— Liverpool FC (@LFC) 4 de abril de 2018
Y un rato más tarde, con un tiro increíble de media distancia, Oxlade-Chamberlain superó la resistencia del arquero visitante para sentenciar el 2 a 0.
Como si faltara algo más para que la noche se le convierta en una pesadilla a los de Pep Guardiola fue el golpe certero que les propinó Mané a la media hora de partido: de cabeza metió el 3 a 0.
La superioridad del conjunto local fue tal que la mejor aproximación del Manchester City terminó siendo un tiro lejano de Otamendi desde afuera del área y que se fue cerca del palo.
30. Goal Liverpool. Mane extends the host’s lead from Salah’s cross. We’ve a mountain to climb now. Get in this, lads!
— Manchester City (@ManCity) 4 de abril de 2018
El segundo tiempo arrancó diferente: con el orgullo herido, el Manchester City salió con todo a buscar el descuento. Fernandinho empezó a recuperar pelotas en la mitad de la cancha, los delanteros comenzaron a generar juego y, poco a poco, el equipo de Guardiola se asemejó a un equipo de Guardiola.
Aún así, a los mancunianos no les alcanzó con las ganas para descontar y llevarse un mejor resultado de cara a la revancha: no estuvieron finos en los últimos metros y el Liverpool aguantó bien.
La única que coronaron los “blues” terminó en polémica: una corrida de Sané encontró sólo a Gabriel Jesús y el brasileño pudo marcar el gol; sin embargo, el árbitro le anuló mal el gol por una supuesta posición adelantada.