El gobierno argelino confirmó este miércoles la muerte de 257 personas tras la caída de un avión militar: allí no viajaban sólo militares sino que también lo hacían algunos de sus familiares civiles.

El avión, tipo Iliouchine de fabricación rusa, se estrelló cerca de la base aérea de Bufarik, en la ciudad de Bechar, vecina a Argel.

De las tareas de rescate participaron más de 300 personas, entre efectivos de protección civil, médicos, policía y miembros del ejército local.

Vale la pena subrayar que el accidente se produjo a los pocos minutos de despegar: tenía previsto hacer escala técnica en esa región, en la que están instalados desde hace más de 40 años los campos de refugiados saharauis.

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