Aunque Boca no jugó mal el primer tiempo en Barranquilla, el conjunto “xeneize” se fue al vestuario en desventaja.

Las insinuaciones a través de “Bebelo” Reynoso y de Carlos Tévez, a quien el arquero le sacó una muy buena pelota junto a un palo en una de las primeras jugadas de gol del partido, no alcanzaron para romper el cero.

Poco a poco, todo se fue jugando al ritmo y al gusto de los colombianos: piernas de más, mucha protesta e intensidad a la hora de contragolpear; Teófilo Gutiérrez se movió como quiso por detrás de Wilmar Barrios y entre los centrales, generándole problemas a la última línea constantemente; y Yimmi Chará volvió loco a Jara por la banda derecha.

El desarrollo de todas estas tendencias presentes en el encuentro terminó llevando al equipo de Guillermo Barros Schelotto contra su propio arco y, esa cercanía con Rossi más un desacertado fallo del árbitro Zambrano desembocó en el primer gol de la tarde/noche. Piedrahita cayó dentro del área, el referí cobró y Ruiz, tras una buena tapada de Rossi del tiro desde los doce pasos, capturó el rebote para poner el 1 a 0.

La segunda parte arrancó favorable para el “xeneize”: antes de los diez minutos, a Pavón le quedó un tiro libre medio esquinado cerca del arco de Junior y facturó. El fuerte remate dio en la cabeza de Ruiz y se le coló al arquero. Todo estaba 1 a 1.

A partir de ahí el partido cayó en un pozo pronunciado: el equipo local se quedó sin ideas y perdió intensidad a la hora de ir contra el arco rival. Boca, por su parte, mostró la misma faceta que muestra los fines de semana en la #Superliga: falta de juego asociado e individualidades bajas.

Un error de Rossi con los pies, un cabezazo en el último minuto y poco más pudo haber cambiado la historia para que Junior se quede con los tres puntos: nada de eso sucedió y todo se definirá en la última fecha.

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