Al titular del Ministerio de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció esta mañana en conferencia de prensa que el déficit fiscal de este año será de 2,7% en lugar del 3,2% proyectado.

Todo esto sucedió en el microcine del Palacio de Hacienda, en medio de la noticia de la fuerte suba de tasas de interés por parte del Banco Central, y acompañado por la cabeza del Ministerio de Finanzas, Luis Caputo.

“En el contexto actual, en donde ha subido la tasa de interés en Estados Unidos, en donde las monedas emergentes se han depreciado y donde tenemos más incertidumbre doméstica derivada de la eventual presión fiscal que provendría de un proyecto irresponsable que pretenden modificar nuestra política tarifaria desde el Congreso, lo que tendría un costo de 200 mil millones de pesos, nosotros ante esas presiones demagógicas queremos ratificar el rumbo de nuestra política fiscal“, aseveró Dujovne.

“Cumplimos con las metas del primer trimestre. Queremos dejar de emitir deuda y depender de los mercados“, subrayó el funcionario nacional. “Toda nuestra política está orientada a llevar tranquilidad. Somos pragmáticos. Este gobierno no se ata ni se inmola con una receta: siempre está dispuesto a mirar la realidad y obrar en consecuencia”.

Respecto de la inflación, aseguró: “Las metas de inflación no se van a cambiar. Siguen siendo del 15% para 2018, del 10% para 2019 y del 5% para 2020″.

Y en una de sus pocas intervenciones, Caputo resaltó: “El aumento de la divisa no nos tomó por sorpresa y estábamos preparados para resolverlo sin inconvenientes.  La Argentina está muy bien preparada para absorber estos shocks externos”.

Según el primer análisis y balance de los economistas tras los dichos de Nicolás Dujovne, el ahorro de 3.000 millones de dólares del PBI se traducirá en más recorte del gasto público, específicamente en lo que respecta a la obra pública. Los gobernadores, por lo tanto, son los primeros perdedores de este “guiño pro-mercado”.

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