Tal vez sin tomar la real dimensión del costo político que podría acarrearle, el gobierno de Mauricio Macri decidió volver a negociar con el organismo de crédito internacional un préstamo.

Los efectos traumáticos de las crisis económicas cíclicas y recurrentes sumado a las huellas indelebles que dejó el 2001 para buena parte de la sociedad argentina volvieron a centellear este último martes.

Según los resultados de una encuesta que realizaron las consultoras D’Alessio IROL y Berensztein durante el último fin de semana en torno a la posibilidad de que el gobierno se acercara al Fondo Monetario Internacional (FMI), el 75% de los consultados cree que la medida “es inadecuada”.

El 18% la calificó como “adecuada pero resistida” mientras que el 2% la consideró “adecuada”. Para colmo, el estudio arrojó que el efecto también podría trasladarse al interior de “Cambiemos”: tan sólo uno de cada tres votantes del espacio gobernante consideró que el acercamiento es “necesario”.

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