Sebastián Romero se encuentra prófugo desde el mismo día de las protestas y la represión frente al Congreso de la Nación por la #ReformaPrevisional y, pese a que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) ha salido a defenderlo públicamente, decidió no comparecer nunca ante la justicia.

Desde entonces rige la orden la captura nacional e internacional pero hasta el momento no hay información certera sobre su paradero: por eso el Ministerio de Seguridad de la Nación oficializó una recompensa de $1.000.000 para quienes “brinden datos útiles” y permitan su “aprehensión”.

La resolución, que figura en el Boletín Oficial, lleva la firma de Patricia Bullrich: allí se afirma que Romero participó “en las conductas violentas desplegadas contra el personal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que conformaba una línea de contención para evitar el avance del público hacia el Honorable Congreso de la Nación”.

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