El presidente norteamericano sorprendió al mundo el jueves dando a conocer la carta con la que desestimaba una futura reunión con el líder norcoreano Kim Jong-un.

“La cumbre de Singapur, para el bien de ambas partes, pero en detrimento del mundo, no tendrá lugar“, aseveró Donald Trump en la misiva.

Según el mandatario estadounidense, la cancelación de la reunión se debíae a la “tremenda ira y hostilidad abierta de su más reciente comunicado”, afirmando que siente “que es inapropiado, en este momento, tener este encuentro planeado por tanto tiempo”.

El mundo, y Corea del Norte en particular, han perdido una gran oportunidad para una paz duradera y gran prosperidad y riqueza. La oportunidad perdida es un momento realmente triste en la historia. (…) Siento que se estaba construyendo un diálogo maravilloso entre usted y yo, y al final, es solo el diálogo lo que importa. Algún día espero con ansias conocerlo. Mientras tanto, quiero agradecerle por la liberación de los rehenes que ahora están en su casa con sus familias. Fue un bello gesto y es muy apreciado”, prosiguió Trump. Y remató: “Si cambia de opinión sobre esta importante cumbre, por favor, no dudes en llamarme o en escribirme“.

Sin embargo, este viernes, el propio Trump regresó sobre sus pasos y abrió nuevamente la puerta a que sí se celebre la cumbre con el líder norcoreano. “Nos gustaría hacerlo. Veremos qué ocurre. También podría ser el 12 de junio”, afirmó desde la Casa Blanca.

Pyongyang, un rato antes, se había comprometido a seguir dialogando pese al anuncio de cancelación: “Queremos que Estados Unidos sepa que tenemos la intención de reunirnos con ellos en cualquier momento y formato”.

Comentarios

comentarios