La realidad histórica y social tiene estas vueltas: la jornada parlamentaria que tuvo lugar este miércoles en el Senado  y continuó el jueves por la madrugada fue “histórica” pese a que los resultados estabanprácticamente fijados de antemano.

Por un lado, la oposición logró reunir los votos para sancionar el proyecto de ley que retrotrae el aumento de tarifas de gas, luz y agua a fines del 2017. Como “gesto político” esto no es menor: toda una parte del peronismo “cercano” al gobierno se unió para votar por primera vez abiertamente contra del gobierno.

Por el otro, voceros y funcionarios de la Casa Rosada ratificaron lo que se sabía desde hace rato: el presidente Mauricio Macri iba a vetar inmediatamente la ley en caso de que sea aprobada.

Amparándose en que le generaría un impacto fiscal al Estado Nacional de $170.000 millones en el período que va del 2018 al 2019, hombres cercanos al mandatario confiaron en que ni siquiera utilizaría plazo de diez días que tiene por ley para decidir.

Marcos Peña, Jefe de Gabinete, ratificó que antes de viajar a Salta, Mauricio Macri estampó la firma del veto.

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