La apertura de molinetes en la “Línea H” de la semana pasada, dos días después de la posterior represión y las consecuentes detenciones, todavía genera efectos y resquemores entre las partes.

Tal como había anunciado el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Metrovías “endureció” su posición y echó más nafta al conflicto: en las últimas horas anunció el despido de tres trabajadores, lo que pone aún más interrogantes sobre cómo funcionará el servicio durante las próximas semanas.

Según informaron desde la empresa concesionaria, los despidos de un delegado gremial y de dos miembros de la comisión directiva de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) se produjeron “por haber cometido agresiones e incidentes durante la apertura de molinetes del jueves pasado”.

“Estas personas ya contaban con antecedentes de hechos similares por los que se las había intimado”, advirtieron.

Los “metrodelegados”, por su parte, habían iniciado la semana con medidas más tenues que las realizadas desde que comenzó el conflicto en busca de que se abran instancias de diálogo: habrá que ver cómo repercute esta sanción.

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