El tan ansiado debut del equipo de Jorge Sampaoli finalmente llegó y los primeros minutos fueron bastante auspiciosos: la subida de Salvio, algunos arranques de Meza y la calidad de Lionel Messi empezaron a hacer estragos.

El gol del “Kun” Agüero antes de los veinte minutos del primer tiempo parecía llevarle un bálsamo de tranquilidad a la Selección Argentina: el delantero del Manchester City giró en el área y la clavó en el ángulo para el 1 a 0.

Sin embargo, la alegría duró poco y las dudas volvieron a aparecer: Finngobason, cuatro minutos después, aprovechó todas las falencias defensivas del conjunto “albiceleste” y empujó la pelota a la red para sellar el 1 a 1 y silenciar a los hinchas argentinos.

A partir de ahí se desmoronaron todas las buenas intenciones del seleccionado nacional: los arrebatos del “10” y alguna que otra aparición fugaz de sus compañeros fueron las únicas vías más o menos “potables” para preocupar a los finlandeses.

La segunda parte mostró a Finlandia totalmente retrasada en el campo de juego y a la Argentina sin ideas: Di María no logró desbordar casi nunca, Salvio no estuvo punzante y Biglia no llegó nunca a aportar en ofensiva.

El triunfo lo tuvo el mejor jugador de la cancha en sus pies pero falló: sin levantar la cabeza, Messi remató a las manos de Halldorsson.

Recién con los cambios el conjunto “albiceleste” empezó a mejorar: Pavón le aportó profundidad por las bandas y Banega asociación con Messi en ataque. Aún así no alcanzó: el “10” tuvo un par de chances y el atacante “xeneize” otra pero el arquero rival respondió bien bajo los tres palos.

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