“Nos seguimos ahogando y nadie hace nada”, dice Gabriela Sanchez, hermana del capitán del barco “El Repunte”, a un año de su hundimiento.

Desde el año 2000 hasta la fecha son 45 los hundimientos que dejaron un saldo de 138 tripulantes muertos/desaparecidos: el reclamo de los  familiares de las víctimas de este navío, hundido a 30 millas de la costa de Rawson, puso en relieve las malas condiciones de trabajo y estado de los barcos de la flota pesquera argentina.

Entre las 9.30 y las 10 de la mañana del 17 de junio de 2017, Gustavo Sanchez, el capitán de “El Repunte”, daba el “mayday” (señal de socorro del francés m’aider) y anunciaba que abandonarían el buque por un ingreso de agua que no podían controlar. La llamada hecha tres veces significa peligro inminente, riesgo de perder la vida. Estaban a unos unos 80 kilómetros al norte de la costa de Rawson. El helicóptero que salió desde Comodoro Rivadavia para el rescate llegó a las 4 horas, en un recorrido que no dura más de treinta minutos.

En el hundimiento perdieron la vida José Ricardo Homs, Luis Jorge Gaddi y Sivano Cóppola Sus cuerpos fueron hallados en el mar. En tanto, Gustavo Sánchez (capitán) José Omar Arias (1° oficial de pesca), Horacio Airala (jefe de máquina), Néstor Paganini (marinero) , Claudio Islas (marinero), Fabián Samite (engrasador) e Isac Cabanchik  (engrasador) nunca aparecieron. Lucas Trillo, y Julio Guaymas, son los dos sobrevivientes.

“El Repunte” es propiedad del titular de Ostramar S.A, Luis Caputo, fallecido el 8 de junio, un día antes del hundimiento de otro buque: “El Rigel”. El empresario era propietario a través de distintas empresas de de los buques “Santa Ángela”, “Don Luciano”, “San Antonino”, “Cabo Tres Puntas”, “Mellino II” y “Wiron IV”.

“No tenía que haber salido de Mar Del Plata en las condiciones que estaba, sin las inspecciones correspondientes. Era un barco que fue por primera vez a pescar langostinos, con un parche en la proa que no estaba hecho correctamente y si vamos hacia atrás, Caputo tendría que haber perdido el permiso de pesca al tener un barco por cuatro años inactivo sin una justificación real. ‘El Repunte’ se hunde en medio de una tormenta de corrupción, desidia e inoperancia“, afirma Gabriela Sánchez.

Los buques pesqueros tienen un permiso que otorga el Estado. Un buque sin actividad durante 6 meses, indefectiblemente lo pierde. Caputo tuvo desde el 2013 al 2017 a la embarcación parada. “Que alguien me explique cómo consiguió mantener los permisos de pesca. Esto no es privativo de estas firmas. Es el común denominador en el puerto”, remató.

La firma Ostramar S.A. fue allanada en febrero de este año. Se secuestró toda la documentación del caso y está en el Juzgado N° 2 de Rawson. A cargo de la causa está el Juez Lleral, el mismo que actuó en la desaparición de Santiago Maldonado.

“Barcos de papel” es un documental en proceso del director Fernando Duarte que eligió el tema de “El Repunte” para mostrar un sistema precario de trabajo: “Soy jefe de máquinas de Marina Mercante en actividad y siento una profunda preocupación por la crisis que los trabajadores del sector pesquero estamos pasando. Son 65 los siniestros de buques, más el #ARASanJuan, de los cuales 45 son hundimientos con 138 tripulantes/muertos desaparecidos del 2000 a la fecha”.

  • Industria próspera y barcos viejos

Según cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Agroindustria de la Nación, entre enero y agosto de 2017 se exportaron 328 mil toneladas relacionadas con la pesca, sobre todo crustáceos y moluscos.

En lo que va del año, esta actividad aportó US$ 1.277 millones, mientras que el sector de la carne vendió al exterior 788 millones de dólares: la tendencia se repite desde el 2010.

Estas ganancias se concentran en su mayoría en tres grandes empresas: Moscuzza, Solimeno y Valastro. Poco se invierte, de estos dólares, en el mantenimiento de los barcos y la seguridad de los trabajadores del sector.

La Cámara Industrial Naval de Mar del Plata informó que la antigüedad de los 568 barcos con permiso de pesca en Argentina promedia los 37 años. La flota fresquera de altura, comprendida entre los 15 a 25 metros de eslora, es la más vieja, con 53,49 años de antigüedad. En este grupo estaba comprendido el “San Antonino”, buque hundido el primero de septiembre del año pasado, que dejó como saldo seis muertos.

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