Los nombres propios del seleccionado belga hablan por sí mismos: sus jugadores se ponen las camisetas de los mejores clubes del mundo siendo, en muchos de ellos, las figuras.

Sin embargo, a Bélgica siempre le faltan dos para el peso para candidatearse en serio: la gran apuesta en el Mundial de Rusia 2018 es romper esa barrera y su demostración ante Panamá sentó las bases.

Fue primero Mertens, con un golazo de volea, y Lukaku, en dos oportunidades con asistencia de De Bruyne incluida, quienes convirtieron los tres tantos que le dieron la victoria.

Comentarios

comentarios