Todo indicaba que el clásico más viejo de la historia del fútbol argentino volvería a vivirse como antes: con las dos parcialidades en la cancha.

Incluso el director de la Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte (Aprevide), Juan Manuel Lugones, le abrió las puertas a la presencia de público visitante en la serie que disputarán Racing y River por la Copa Libertadores.

“En la provincia de Buenos Aires estamos abiertos y preparados para afrontar los partidos de visitantes. Lo venimos demostrando con la Copa Argentina”, advirtió en un diálogo radial.

Como si esto fuera poco, ambas instituciones habían acordado también que 4.000 hinchas visitantes podrían ir a la cancha.

Pero la negativa vino por el lado del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: el titular del Ministerio de Seguridad, Martín Ocampo, negó la autorización para la presencia de los fanáticos “albicelestes” en el “Monumental”. Como en ese caso no iba a haber reciprocidad, tampoco habrá hinchas “millonarios” en el “Cilindro de Avellaneda”.

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