? Foto: Nacho Yuchark para lavaca.org

A pocos días de que se cumpla el primer aniversario de su desaparición, el licenciado en criminalística Enrique Prueger realizó pruebas en dos etapas, una de laboratorio y otra de “comprobación de fenómenos”, para concluir que el cuerpo de Santiago Maldonado “fue plantado” en el Río Chubut.

Pese a que la hipótesis del trabajo concuerda con la hipótesis de la familia, de la comunidad mapuche y de algunos investigadores que trabajan en la causa, los familiares del joven aclararon que la pericia no contó con su autorización.

Las principales conclusiones del informe:

  1. El cuerpo de Santiago Maldonado no estuvo 78 días sumergido en ese lugar, y que, por lo tanto, fue “plantado por alguien” desde unas horas a unos diez días antes de su aparición, el 17 de octubre de 2017.
  2. “Hay dos posibilidades: una terrible y la otra siniestra. O Maldonado “murió ahogado y su cuerpo fue escondido en algún lugar antes de ser arrojado al río para que se lo descubriera” o “Santiago fue apresado, escondido y luego ahogado y colocado en ese lugar”.
  3. Según Prueger, los peritos “ignoraron a sabiendas”  el punto 10 del informe elaborado e incluido en la autopsia, en el que se detalla el tiempo que pudo perdurar el polen hallado en la ropa del joven, pues “echaba por tierra la data prolongada de la muerte y no podía superar los 30 días y más aún obtuvieron huellas dactilares y cualquier autor, aun los antiguos de la década del 20 del siglo pasado, expresan que el guantelete se sale en un máximo de 20 días. Estos dos argumentos eran infranqueables para los peritos, pues no podían concluir nunca con una data de más de 70 días“.
  4. Prueger hizo su propio experimento en el río Chubut y determinó que, además de “ignorar” el informe de la bióloga, hubo errores en las mediciones de la temperatura del agua, que permitieron inferir sobre el tiempo sumergido que figura en la autopsia.
  5. “El cuerpo de Santiago Maldonado, que se dice estuvo en el agua durante 78 días, tenía las papilas de los dedos de las manos y en condiciones por haber sido identificado mediante el procedimiento respectivo, los tatuajes en la espalda se podían distinguir y presentaba apenas algunos mordiscos de fauna, como si ese cuerpo hubiera permanecido en el agua pocos días“.

Fuente: Infobae

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