“Nadie se comunicó conmigo ni con mi entorno”, aseveró, sin medias tintas, el técnico catalán del Manchester City en la conferencia de prensa que brindó por el inicio de la Premier League.

La bronca estalló cuando el “Chiqui” Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), deslizó que se había contactado con él pero su “abultado salario” impedía que dirija al conjunto “albiceleste”.

“Estoy dolido con él por haber hablado de mí salario. El presidente de AFA no sabe nada de mi situación”, prosiguió Pep Guardiola.

“Conozco lo que es dirigir una selección internacional, sé que no es lo mismo que un club. Yo tengo contrato acá, pero no fue correcto hablar de mi salario. No voy a entrenar a la Argentina, pero es incómodo porque no sé qué puede pasar en el futuro. En todo caso, el entrenador debe ser argentino. Y hay muy buenos entrenadores argentinos”, remató.

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