Todo sucedió en un instante. Un tramo de un puente de la ciudad de Génova, en el norte de Italia, se derrumbó este martes cerca del mediodía en plena tormenta.

La tragedia ocurrió en el Puente Morandi, inaugurado en 1967 y que une la autopista A10 con la A7, en dirección a Milan. La estructura, de 1.182 metros de longitud y una altura de 90 metros, no aguantó “la violenta tromba de agua”: se vino abajo un tramo de dos carriles de unos 100 metros.

El Cuerpo de Bomberos informó que todavía buscan a víctimas entre los vehículos caídos al vacío y bajo los escombros. Hasta el momento, el Ministerio del Interior de Italia confirmó la muerte de treinta y cinco personas y cinco heridos graves.

Los equipos de rescate están empleando perros de búsqueda para rescatar a las víctimas. “Es una tragedia enorme”, resumió el titular del Ministerio de Transporte, Danilo Toninelli.

Vi gente corriendo hacia mí, descalza y aterrorizada. Salí de la galería y escuché un rugido. La gente huyó hacia mí. Fue horrible“, remató Alberto Lercari, testigo de lo sucedido.

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