Los datos son preocupantes y encendieron (otra vez) la alarma de la comunidad internacional: el salto que se produjo en varios países del mundo sobre el número de personas con VIH tiene su correlato en China.

Las autoridades chinas anunciaron un aumento del 14% en el número de ciudadanos de ese país que están viviendo con el virus en la sangre.

“Más de 820.000 personas están afectadas en la actualidad”, indicaron los funcionarios sanitarios de aquel país, confirmando que en el segundo trimestre de este año se verificaron 40.104 nuevos casos de infectados.

Los estudios arrojaron que, a diferencia del pasado donde la transfusión de sangre ocupaba el primer lugar, la gran mayoría de las transmisiones están ocurriendo por “vía sexual” y debido al no uso de preservativos o por echar mano a “protecciones inadecuadas”.

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