Los datos no son alentadores para la economía y mucho menos para el bolsillo de los ciudadanos: la inflación del mes de septiembre fue del 6,5%.

Según el INDEC, los precios al consumidor (IPC) volvieron a dispararse, arrastrados por la brusca devaluación del peso argentino respecto al dólar. En lo que va del 2018, para colmo, acumularon un alza del 32,4%.

Los economistas advirtieron, además, que se trata de la inflación mensual más alta desde abril de 2002. ¿El motivo? En abril de 2016, cuando aún no se había normalizado el INDEC, la Ciudad de Buenos Aires también reportó una inflación de 6,5% pero las mediciones en el resto del país fueron menores y, por ello, el promedio nacional también.

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