Su caída y sus gestos de dolor preocuparon al mundo del fútbol: pese a que todos los partidos le pegan patadas y lo empujan, Lionel Messi no es de quejarse. Sin embargo, lo del último sábado fue distinto: casi con lagrimas en los ojos, el crack rosarino tuvo que irse de la cancha en camilla.

Los estudios médicos confirmaron la fractura del radio del brazo derecho que, según lo previsto por los especialistas, lo dejará tres semanas afuera de las canchas.

No obstante esto, el jugador está convencido de que puede volver antes. Al no haber compromiso ligamentario en el codo, lo cual evitó una operación, el delantero está dispuesto a hacer todo lo que esté a su alcance para regresar en cuestión de días.

Después de la fatídica caída, a Messi le colocaron un yeso. Este lunes se lo reemplazaron por una férula de plástico que será retirada recién dentro de diez días. Mientas tanto, tendrá cuatro sesiones diarias de crioterapia hasta el jueves junto con sesiones de fisioterapia. Hará ejercicios isométricos de mano y hombro derechos, para no perder el tono muscular y poco a poco aumentará las cargas y la resistencia. El último de la recuperación paso será su regreso a las prácticas con el resto del equipo.

Aunque ya está descartado para el partido del domingo ante Real Madrid, en lo que será su primera ausencia “total” en el clásico, Messi está ilusionado en volver a jugar el martes 6 de noviembre en el partido de vuelta de la Champions League, ante Inter, en San Siro. ¿Logrará recuperarse en tiempo récord?

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