Luego de algunos días de incertidumbre, la Fiscalía General de Arabia Saudita aseguró el último viernes que el periodista Jamal Khashoggi murió durante “una pelea” en el consulado que tiene ese país en Estambul.

Los dichos fueron recibidos con escepticismo por parte de la comunidad internacional: el periodista se había exiliado en 2017 en Estados Unidos por las amenazas que venía sufriendo.

Para colmo, los autoridades saudíes ni siquiera supieron decir dónde se encontraba el cadáver del reportero.

? Foto: La policía científica turca trabaja en la residencia del cónsul saudí en Estambul.

Este martes, la cadena británica “Sky News” aseguró que partes del cuerpo fueron encontradas en la residencia del cónsul de Arabia Saudita, Mohamed Otaibi, en la capital turca. “El cuerpo fue descuartizado y el rostro quedó desfigurado”, advirtieron. Sin embargo, ninguna fuente oficial de Turquía confirmó la noticia.

Tras el hallazgo, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan reveló que el asesinato de Kashoggi fue “planificado y político” y que su país está considerando “acciones diplomáticas” como respuesta.

“Desde el que dio la orden hasta el que lo llevó a cabo: todos deben ser encontrados. Esperamos que Arabia Saudita entregue a los responsables para que puedan ser juzgados ante la justicia“, remató.

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