Al igual que lo hizo Steven Tyler de Aerosmith, otro músico de talla decidió prohibirle al presidente Donald Trump que utilice su música en eventos partidarios bajo la amenaza de iniciar acciones legales.

Pharrell Williams, a través de un escrito presentado por su abogado, ordenó al mandatario norteamericano que deje de pasar su canción “Happy” luego de que sonara en un acto en Indiana, horas después de una masacre producida en una sinagoga de Pittsburgh.

Pharrell no ha dado y no dará consentimiento para tocar, diseminar o pasar su música públicamente en este tipo de eventos“, aseveró Howard King, el letrado que se ocupa de la carrera del artista.

“En el día del asesinato de once personas en manos de un ‘nacionalista’, pasaron la canción ‘Happy’ en Indiana. No hay nada feliz en la tragedia que sufrió nuestro país el último sábado“, agregó.

Al menos por el momento, Donald Trump no se ha hecho eco de la polémica ni ha contestado a la misiva del músico.

Comentarios

comentarios