Al igual que la de hace unos días atrás pero de mayor escala, la sorpresiva medida de fuerza de los gremios aeronáuticos paraliza el tráfico aéreo en todo el país.

Las operaciones en el Aeroparque Metropolitano “Jorge Newbery”, el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y en varios aeropuertos del interior del país se ven afectadas por la protesta de los gremios de pilotos (APLA y UALA), así como el personal de tierra agrupado en la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), los técnicos de APTA y la Unión del Personal Superior (UPSA),

Las asambleas comenzaron a las siete de la mañana y, hasta las cinco de la tarde, se multiplicaron los vuelos cancelados y demorados: hubo 30 mil pasajeros afectados.

Desde Aerolíneas Argentinas advirtieron que “reiteran su permanente vocación de diálogo con sus trabajadores” pero que “el reclamo gremial no fue acompañado de un planteo formal a la compañía, lo que impide la posibilidad de conversar sobre las diferencias que pudieran plantearse”.

“Estamos realizando los mayores esfuerzos por reubicar a los pasajeros afectados en los vuelos más próximos a su programación original que sea posible. Los pasajeros afectados podrán cambiar sus pasajes por otras fechas o destinos durante un lapso de 30 días, a través de la misma vía por la cual los compraron”, agregaron.

Al levantar la medida, el secretario general de APLAPablo Biró, se despachó contra las autoridades: “El gobierno se está afanando las rutas de Aerolíneas Argentinas para entregárselas a operadores privados“.

“La retención de tareas es porque no pagan el salario. Aerolíneas Argentinas reinterpretó el acuerdo salarial, nos dijeron que no van a abonar un 8% del salario. Hay pasajeros que están afectados por la decisión de Macri, Triaca y Dietrich que necesitan a la gente puteando contra la línea de bandera para justificar su achicamiento o cierre. Están afanándose los cielos, como hicieron en los noventa”, remató.

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