El Barcelona necesita llevarse un buen resultado de su visita a Holanda para terminar de sellar una buena actuación en la fase de grupos de la Champions League 2018/2019 y lo logró: le ganó 2 a 1 al PSV Eindhoven.

Sin embargo, el trámite no fue para nada fácil: el ímpetu y la garra de los locales contrarrestaron las armas del conjunto catalán que dependió de la brillantez de Lionel Messi para quedarse con los tres puntos.

La perla de la noche estuvo en sus pies: el rosarino pasó entre medio equipo holándes con la pelota dominada, tiró una pared, y definió con categoría al palo del arquero para abrir el marcador. Para colmo, con 66 goles en 66 partidos de primera fase, el crack argentino se convirtió en el mayor goleador de la historia de esa instancia en la competición europea.

Un rato más tarde, Gerard Piqué aumentó la ventaja y, a ocho minutos del final, De Jong descontó para el último de la tabla.

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