Poco después de que el Estado Islámico (ISIS) se atribuyera la autoría del atentado, el atacante Chérif Chekatt, de origen francés, fue abatido en una operación policial en un barrio de la ciudad de Estrasburgo durante la noche del jueves.

La investigación, sin embargo, está lejos de concluir: las fuerzas de seguridad continúan en la búsqueda de posibles cómplices con la intención de resolver el interrogante de por qué este “delincuente común radicalizado” pasó a la acción.

Mientras tanto, el dolor por el ataque sigue atravesando a la sociedad francesa. La fiscalía de París anunció este viernes el fallecimiento de uno de los heridos que se encontraba en estado crítico, con lo que ya son cuatro los muertos bajo las balas del terrorista.

Otra quinta víctima está en muerte cerebral desde el día del ataque por lo que, tarde o temprano, la cifra volverá a aumentar. Hay once personas más recuperándose de heridas de diversa gravedad.

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