En una semana agitada y después que la Asociación Mutual Israelita (AMIA) solicite a la Delegación de Asociaciones Argentinas (DAIA) que decline su rol como querellante ante la causa por el Memorándum con Irán mediante una carta, su presidente Agustín Zbar pidió licencia y se autoinculpó de la conmoción generada

La solicitud argumentaba que la DAI, como institución “debía correrse de la grieta”. La decisión implicaba un giro respecto a la política de la comunidad judía, que acompañó la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta Cristina Kirchner y funcionarios de su gobierno

La corriente “Bloque Unido Religioso” a la que pertenece Zbar y lidera el rabino Samuel Levin, dicen rechazar la participación política y es por eso que aconsejaban apartarse de la querella a la DAIA, pero las consecuencias  mediáticas les resultaron peor, según parece.

La carta replicaba lo dicho por el primer  juez del caso, Daniel Rafecas: el memorándum fue votado por el Congreso aunque nunca entró en vigencia, por lo cual no pudo haber tenido efectos jurídicos.

Zbar será reemplazado por el vicepresidente Ariel Eichbaum. “Lamento inmensamente que este pedido haya traído más dolor enojo y divisiones. Asumo absolutamente la responsabilidad del error cometido, pido nuevamente disculpas” expresó

El presidente de la DAIA, Jorge Knoblovits había convocado a una asamblea para el 6 de mayo para discutir el retiro de la querella en el caso de del Memorándum con Irán, expediente en el cual auspicia la acusación contra CFK  y el reciente ex canciller fallecido Héctor Timerman por traición a la patria. En dicha Asociación, había quienes insistían en que no debe participarse de la querella.

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