A partir de este lunes, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) abandonará la etapa de aislamiento obligatorio (ASPO) para pasar al distanciamiento social preventivo (DISPO).

¿Qué implica esto? Por un lado, supone un paquete de nuevas flexibilizaciones, aunque el monitoreo de la situación epidemiológica continuará de manera estricta y también la exigencia de protocolos sanitarios en las actividades comerciales y sociales. Las restricciones en ciertas actividades también seguirán.

“A los fines prácticos, el aislamiento significa tener que solicitar permisos para todas las actividades, pero como en la Ciudad de Buenos Aires eso ya venía ocurriendo, casi todos los permisos fueron otorgados. No va a significar un gran cambio“, explicó Fernán Quirós, ministro de salud porteño.

Y agregó: “En el distrito venimos en un franco descenso. En los últimos siete días se registraron entre 300 y 400 infectados diarios. Los casos vienen descendiendo de manera lenta y sistemática desde septiembre“.

Por su parte, Teresa García, ministra de gobierno de la Provincia de Buenos Aires, aclaró: “No es el fin de la cuarentena, sino que es el comienzo de una nueva etapa. No van a cambiar tanto las cosas“.

“En lo educativo, los distritos bonaerenses que estén en fase cuatro y cinco van a poder tomar la decisión de revincular a chicos en los últimos años del secundario. En todo lo que sea actividades económicas seguiremos igual, con fuertes protocolos, y vamos a mantener las restricciones en el transporte público“, sentenció.

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