A pesar de que la administración de Horacio Rodríguez Larreta intenta sostener a toda costa la movilidad y las actividades en el distrito, la situación epidemiológica que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires es más que preocupante.

El aumento de casos de coronavirus va a un ritmo vertiginoso: a pesar del feriado extra large por Semana Santa, en las últimas 24 horas se registraron 1.952 nuevos positivos de COVID-19 en territorio porteño y 9 fallecimientos.

Desde el oficialismo argumentan que no tiene sentido proceder a cierres importantes ya que la ocupación de camas de terapia intensiva (UTI) del sistema público es del 36,2%.

Sin embargo, ese discurso soslaya dos factores: en primer lugar, que el sistema privado está al borde de la saturación y, en segundo lugar, que con un número de casos tan altos inevitablemente en 2 o 3 semanas se empezará a ver reflejado dicho número en las salas de cuidado crítico de los hospitales.

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