A pesar de que el número de casos continúa siendo alto en el distrito y de las flexibilizaciones dispuestas en la última semana, el titular del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires se mostró preocupado de cara a lo que pueda pasar en las próximas semanas si empieza a circular la variante Delta.
“Hemos tomado la decisión de acortar cada una de las dosis de las vacunas en el menor tiempo posible para lograr la mayor cantidad de gente posible con las dos dosis. Serán cuatro semanas de intervalo interdosis de Sinopharm. AstraZeneca lo mismo. Y estamos esperando un embarque que llega hoy y nos entregarán mañana o pasado del segundo de Sputnik porque ya tenemos un grupo de personas que completó los tres meses esta semana”, aseveró en su habitual conferencia de prensa.
La nueva “táctica” en el plan de vacunación responde a la posible llegada de esta nueva variante que se extiende rápidamente por el mundo: “Hay que aclarar que una sola dosis es poco robusta para evitar el contagio. Apenas evitan el 30% o 35%. Es mucho más robusta para la enfermedad grave o mortal. No tiene buena protección para contagiarse, por eso la contagiosidad en la comunidad continúa. Ese es el problema con la cepa”.
“Aún así, sabemos que con AstraZeneca, y se ha visto con Pfizer, y es probable que se repita con otras vacunas, que cuando el intervalo es más amplio la respuesta inmunológica al final de la segunda es un poco mayor. Sobre todo en AstraZeneca se recomienda no acortar demasiado el intervalo porque baja el rédito de la vacunación completa“, explicó luego.
Por último, el sanitarista se refirió a las restricciones a los que vuelven del exterior: “El hotel es a cargo de las personas, eso dice la normativa nacional. Cada persona que viene puede traer esta variante y cuando llega a la circulación comunitaria se hace muy difícil el control, especialmente el próximo mes o mes y medio“.