Justicia, justicia, justicia”, cantaron y exigieron una vez más entre aplausos los familiares de las víctimas y sobrevivientes de la “Tragedia de Once” justo cuando empezó a sonar una sirena exactamente las 8:33 en la plataforma número dos de la Estación de Once.

A esa misma hora pero hace una década, la formación del Tren Sarmiento en el que viajaban cientos y cientos de pasajeros no detuvo su marcha e impactó contra los paragolpes de contención: 51 personas murieron en el brutal accidente y alrededor de 800 resultaron heridas.

Tras leer los nombres de cada una de las víctimas fatales, tanto los familiares como los amigos remarcaron que “viven en nuestros corazones” y exigieron nuevamente a la Corte Suprema de Justicia que ratifique las condenas que quedan pendientes.

“Pesan los 10 años, hoy mi hijo tendría 42 años y no tener su compañía, sobrellevarlo es pesado“, señaló Juan Frumento, el padre de Leonel, un hombre de 32 años que viajaba esa mañana el tren Chapa 16 de la línea Sarmiento, en diálogo con Télam. “La pérdida de mi hijo es irreparable. Lo único que que podemos enmendar es lo que viene, que no ocurra lo mismo. Ese sacrificio tendría que tener algún significado, el que yo le encuentro es que el transporte sea digno“.

Paolo Menghini, el padre de Lucas Menghini, el joven de 19 años que fue hallado 60 horas después del choque, agregó por su parte: “La tragedia de Once está en el inconsciente colectivo del país. Nunca dejamos de sentirnos acompañados por la sociedad, desde el primer momento hasta hoy”.

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