Las últimas semanas fueron turbulentas para la comunidad educativa en la Ciudad de Buenos Aires: por el lado de los estudiantes, estallaron las protestas contra la mala calidad de las viandas escolares, las prácticas laborales obligatorias y las malas condiciones edilicias en que se encuentran los establecimientos; por el lado de los docentes, las demandas salariales, el reclamo por mayor presupuesto y la intención de las autoridades de hacerlos trabajar los sábados.

La gota que rebalsó el vaso, sin embargo, fueron las 25 tomas estudiantiles y la reacción de la administración de Horacio Rodríguez Larreta a ello: fueron respondidas con la Policía de la Ciudad pidiendo datos a menores, y luego yendo a las casas de las familias en patrulleros a entregar en mano citaciones judiciales. Como si esto fuera poco, la ministra Soledad Acuña para que los padres paguen de sus bolsillos por día de toma.    

“La unión en un reclamo que es justo y es urgente”, señalaron desde la Unión de Centros de Estudiantes al concentrarse en la calle Uspallata. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y Ademys, los dos gremios docentes más importantes de la ciudad, celebraron el gran acatamiento que tuvo el paro lanzado.

“¿En qué cabeza cabe que estemos pidiendo por el derecho a comer, o a no trabajar gratis y de cualquier cosa, y nos presenten como delincuentes?”, se preguntaba Mery, de la escuela Rodolfo Walsh, según consigno Página 12.

Nos han querido ensuciar, infantilizar. Nos dijeron que fuimos ‘de 0 a 100’ con las tomas cuando estuvimos con medidas y pedidos de reunión todo el año. Nos acusaron de delincuentes, y a nuestras familias también”, señaló por su parte Juli, de la Escuela Julio Cortázar.

vino a reclamar como docente de primaria “fundamentalmente el tema salarial y la coerción de Larreta al obligarnos a trabajar los sábados, en contra de lo que dice nuestro estatuto docente”,

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires destina, por cada peso en arreglar escuelas, cuatro pesos en arreglar baldosas. A las baldosas las puede pisotear, a la comunidad educativa, no“, remató Eduardo López, secretario adjunto de UTE-Ctera.

📉 El presupuesto de “Educación” en el distrito porteño cayó un 14% en términos reales entre 2011 y 2021: su peso dentro del total de gastos del gobierno porteño se redujo del 23,8% al 18,5% en el mismo período.

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