Según el informe “Perspectivas Económicas Mundiales” del Fondo Monetario Internacional (FMI), el crecimiento mundial se desacelerará de 6% el año pasado a 3,2% en el presente y a 2,7% en 2023 en lo que constituye “la previsión más débil desde 2001, excepto por la crisis financiera mundial y la aguda fase de la pandemia de Covid-19 y refleja desaceleración significativa para las economías más grandes”.

“La economía mundial está experimentando una serie de desafíos turbulentos, incluyendo una inflación superior a la vista en varias décadas, endureciendo las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la pandemia persistente de COVID-19″, señalaron.

A pesar de que los números no dan en rojo, según los técnicos del organismo la Argentina no escapará a la tendencia: se prevé una expansión de 4% para el 2022 y un crecimiento de 2% tanto para 2023 como 2024.

En este contexto internacional delicado, la inflación tampoco parece que le va a dar tregua al país: en base a los datos del elaborados por el FMI y con una estimación de 95% de inflación para este año, el país ocupa la cuarta posición con mayor inflación del mundo detrás de Zimbabue, Venezuela y Sudán.

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