Según los datos emitidos por el Ministerio de Salud de la Nación, y a pesar de que el testeo ha disminuido significativamente, en las últimas 4 semanas se registró un incremento del 120% en los casos positivos de COVID-19: las alarmas siguen prendidas.

Aunque los 1.948 nuevos casos detectados y las 14 muertes reportadas en la semana pasada muestran una primera tendencia a la baja, las autoridades sanitarias saben que no es momento para relajarse y, por eso, reiteraron la serie de recomendaciones clave para mantener a raya al virus.

De acuerdo a estimaciones de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), 33 millones de argentinos se encuentran en condiciones de acceder a un nuevo refuerzo, tras haber transcurrido más de 6 meses desde su última dosis.

En este sentido, los expertos advierten la importancia de administrar las dosis de refuerzo y avanzar en la vacunación a los grupos etarios más vulnerables para mantener la inmunidad individual y colectiva.

Vale la pena recordar que la cartera sanitaria aconseja que “toda la población reciba una dosis de refuerzo a los 6 meses (mínimo 4 meses) desde la última dosis aplicada (independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente), continuando con sucesivas dosis de refuerzo con indicación según grado de exposición laboral a la infección por SARS-CoV-2 y riesgo de enfermar gravemente”.

En las últimas horas, además, la cartera sanitaria que dirige Carla Vizzotti instó “en especial a las personas de 50 años o más, quienes tienen mayor riesgo de desarrollar formas graves de la enfermedad”, a darse los refuerzos correspondientes: calculan que hay más de 10 millones de argentinos y argentinas de ese rango etario para arriba que no se lo han dado.

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