Ya en la recta final y con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, Patricia Bullrich hizo su primer cierre de campaña en la Ciudad de Buenos Aires, de la mano del candidato a jefe de gobierno por Juntos por el Cambio, Jorge Macri, y de su ex contendiente en la interna, Horacio Rodríguez Larreta.

En Barrancas de Belgrano, la candidata a presidente criticó con dureza a Sergio Massa al afirmar que tiene “una ambición desmedida de poder” y también indicó que su espacio representa un “cambio seguro” frente a lo imprevisible de lo que propone Javier Milei: “Quiero ser presidente para garantizarte lo más importante: una vida tranquila, una vida previsible, una vida con progreso. En la Argentina, los únicos capaces de hacer esto somos nosotros, Juntos por el Cambio. Somos una tripulación confiable que puede llevar a Argentina a aterrizar en el progreso. No somos locos“.

Y, en esta línea, dirigió sus cañones contra La Libertad Avanza: “Son malas ideas, no se pueden llevar a cabo. Por eso le digo a los jóvenes que lo votaron: fíjense que dolarizar sin dólares es imposible, no compren espejitos de colores, porque para sacar a la Argentina adelante hay que trabajar con las ideas claras“.

Sin embargo, uno de los puntos salientes de la tarde tuvo como protagonista al ex intendente de Vicente López, devenido porteño, Jorge Macri.

A tono con lo que piensa su primo, Mauricio Macri, decidió ponerse a hacer chistes con el número de desaparecidos en la última dictadura militar al intentar calcular cuántas personas dijeron presente en el acto partidario: “¿Acá cuantos hay? ¿Cinco mil? ¿Seis mil?. Treinta mil. Parecemos peronistas. Inventamos los números de cualquier lado“.

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