Lejos de sus dichos en campaña y su tono duro, Javier Milei poco a poco empezó a descongelar las relaciones diplomáticas con China: en las últimas horas recibió en Balcarce 50 a Wu Weihua, enviado especial del presidente chino Xi Jinping a la asunción presidencial.

El enviado del país asiático aprovechó su encuentro con el flamante mandatario para ratificar la decisión política de su país de apoyar a la Argentina frente a su frágil y complicada situación económica a cambio de mantener el “status diplomático” que logró tener durante la gestión de Alberto Fernández.

¿Qué implica esto? Que China busca que se respeten todos los acuerdos firmados con Argentina y que están previstos en la “Ruta de la Seda”. En esta línea, Xi Jinping pretende además que Argentina no renuncie a los BRICS, así como también que permita a la tecnología china participar en las licitaciones públicas y que se completen las negociaciones para cerrar la venta de aviones de combate de última generación destinados a la Fuerza Aérea de la Argentina.

Javier Milei, por su parte, necesita la ampliación del swap que utiliza el Banco Central para garantizar un volumen mínimo importaciones y tener una reserva de libre disponibilidad para pagar los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según trascendió a la prensa, la carta firmada por el presidente libertario pidiendo la renovación del swap ya partió rumbo a Beijing. Éste era uno de los ítems que desde el país asiático consideraban como indispensable para retomar las “buenas relaciones”: se habla, incluso de que en las próximas semanas tendrá lugar un encuentro virtual entre ambos mandatarios.

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