La línea D estuvo cerrada entre enero y marzo de este año causando grandes problemas a sus usuarios frecuentes con el objetivo final de ejecutar las tareas finales de instalación del nuevo sistema de señales CBTC (Communications-Based Train Control), que reemplazó al anterior sistema ATP (Automatic Train Protection). 

A pesar de que ya cuenta con la tecnología que funciona en las líneas C y H, y a más de dos meses reabierta, el servicio funciona cada vez peor: no recuperó la frecuencia y los tiempos de viaje que tenía antes de la “mejora”, casi un tercio de la flota está fuera de servicio por no resultar todavía compatible con el nuevo sistema de señales y la falta de adecuaciones de software genera restricciones de velocidad en el ingreso a andenes y a estaciones cabeceras.

Consultados por especialistas, hace algunas semanas desde SBASE indicaron que las “demoras operativas” son “ocasionales” y que responden a que “se está terminando de calibrar el nuevo sistema“. Sin embargo, la situación todavía no mejoró y ni siquiera la empresa concesionaria Emova pudo precisar una fecha tentativa para la reincorporación de las formaciones Alstom 100 que están fuera de servicio.

Las consecuencias hasta ahora son un dolor de cabeza para los pasajeros: un aumento promedio del 25% de los tiempos de viajedetenciones prolongadas en las estaciones, mala frecuencia y fallas en los sistemas de información al pasajero

Fuente: EnElSubte.com.ar

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